João Pequeno
Mestre
El 27 de Diciembre de 1917 nace en Araci interior da Bahía João Pereira do Santos, hijo de María Clemença de Jesús, ceramista y descendiente de indio y de Maximiliano Pereira dos Santos de profesión vaquero.
A los quince años (em 1933) se escapó de la sequía a pie, fue hasta Alagoinhas siguiendo después hasta Mata de São João donde permaneció diez años y trabajo en la plantación de caña de azúcar como llamador de buey, allí conoció a Juvencio en la Fazenda São Pedro, que era herrero y capoeirista fue ahí que conoce la capoeira.
A los 25 años, se muda para Salvador, donde trabaja como conductor (cobrador) de tranvía y en la construcción civil como ayudante de albañil, llego a ser jefe de obras. Fue ahí donde conoció a Cândido que le presento al Mestre Barbosa que era un cargador del Largo Dois de Julho, Barbosa daba los entrenamientos, juntaba un grupo de amigos y los fines de semana iba a las rodas de Cobrinha Verde en Chame-chame.
Se inscribió en el Centro Esportivo de Capoeira Angola, que era una congregación de capoeiristas coordinada por el Mestre Pastinha.
Desde entonces, João Pereira paso a acompañar al Mestre Pastinha que después le ofreció el cargo de treinel, eso fue a mediados de 1945, un tiempo después João Pereira se volvió João Pequeno.
Al final de la década de los sesenta cuando Pastinha no podía enseñar más, paso la capoeira para João Pequeno diciendo: “João, você toma conta disto, porque eu vou morrer mas morro somente o corpo, e em espírito eu vivo, enquanto houver Capoeira o meu nome não desaparecerá”.
En la academia do Mestre Pastinha, João Pequeno enseño capoeira a todos los otros grandes capoeiristas que allí se originarían y más tarde se volverán grandes Mestres, entre ello João Grande, Moraes, Curió, etc.
Mestre Pastinha le aconsejo trabajar menos y dedicarse más a la capoeira.
Su primera esposa falleció y más tarde conoció a Dona Mãezinha en el Pelourinho, en los tiempos de oro de la academia de Pastinha, crearon una familia, y con mucho esfuerzo construyeron una casa en Fazenda Coutos, bien lejos del centro donde se fueron a vivir y recibir visitas de capoeiristas de varias partes del mundo.
Para João Pequeno el capoeirista debe ser una persona educada “uma boa arvore para dar bons frutos”. Para quien la capoeira es muy buena, no solo para el cuerpo, que se mantiene flexible y joven, sino también para desenvolver la mente y hasta servir como terapia, puede ser usada de varias formas, trabajada como la tierra, se puede sacar alimento de ella.
João Pequeno ve la capoeira como un proceso de desenvolvimiento del individuo, una lucha criada para el débil para enfrentarse al fuerte, pero también una danza, en la cual nadie debe lastimar a la persona con la que danza, defiende la idea que un buen capoeirista sabe parar el pie para no lastimar al adversario.
Después de la muerte del Mestre Pastinha, en 1981, el Mestre João Pequeno reabre el Centro Esportivo de Capoeira Angola en el Forte Santo Antonio Alem do Carmo (1982), donde construye la nueva base de resistencia, donde la capoeira angola despuntaría para el mundo, encontrando varias dificultades para el mantenimiento de su academia, consigue formar algunos Mestres y un vasto número de discípulos.
En la década de los noventa hubo varias tentativas por parte del gobierno del estado en desocupar el Forte Santo Antonio para fines de reforma y modificación del uso del fuerte, paradójicamente en un período en que fue ampliamente homenajeado recibiendo el título de ciudadano de la ciudad de Salvador por la Cámara Municipal de vereadores, Doutor Honoris Causa por la universidad de Uberlândia, y Comendador de Cultura da República por el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
”É uma doce pessoa” es lo que afirman todos que tuvieron la oportunidad de conocer al Mestre João Pequeno, cuya simplicidad, la espontaneidad y el carisma seducía a todos los que iban hasta o Forte Santo Antonio a asistir sus rodas.
João Pequeno destaca como educador en la capoeira, una autoridad mayor en la capoeiragem de su tiempo, un referente de lucha y de vida en defensa del noble arte afrodescendiente.